viernes, 24 de agosto de 2007

¿ES NECESARIO?


Los programas de alquiler de vientres tienen exigencias tanto emocionales como físicas y alteran la vida cotidiana y familiar de la madre sustituta. La decisión de alquilar su vientre debe tomarla la mujer junto con su pareja (de tenerla) y su familia. No es una decisión para tomar a la ligera. Tendrá que viajar, acudir a consultas médicas y tomar medicamentos para fomentar la fecundidad. Es preciso cumplir los horarios del tratamiento al pie de la letra a fin de que los complejos tratamientos médicos sean exitosos. Muchas parejas estériles se han sometido a tratamientos para la fecundidad durante años pero, pese a sus esfuerzos, no han podido tener un hijo. La participación de la madre sustituta y el compromiso con este programa es invalorable para las parejas y puede cambiarles la vida. Sin embargo es necesario replantearse lo siguiente. Existen en el mundo millones de niños abandonados por causas económicas y sociales, que necesitan de padres así como estos padres que buscan madres sustitutas, necesitan de hijos. Por este motivo, nos preguntamos: ¿Es imprescindible recurrir a extremos métodos artificiales cuando se pueden salvar niños huerfanos otorgádoles el amor de una familia?


La desición pasa por la conciencia de cada madre sustituta y por cada pareja que adopte estos recursos...

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